Chema Pérez Castells

Presentación

José María Pérez Castells (Chema) nació el 28 de abril de 1948 en la finca Guadalperal en el término de El Gordo Cáceres, siendo el pequeño de seis hermanos.

Hijo, nieto, hermano, padre y abuelo de cazadores,... La caza, el amor por el campo, la naturaleza y la ecología, están presentes donde quiera que mires y son signo de identidad de esta saga familiar.

Su padre, Ignacio Pérez de Miguel, apoderado de la casa de Peñaranda, Montijo y Gamazo, además de gestionar las fincas, estuvo casi toda la vida cazando y asistiendo a campeonatos de tiro de pichón por todo el mundo. Estaba considerado como una de las mejores escopetas mundiales.

Sus recuerdos en la caza se remontan a cuando empezó a tener uso de razón, aunque conociéndole, yo creo que el ya salía de caza y hacía esperas en el vientre, de su madre.

Terminó sus estudios en el colegio Alfonso XIII de los Agustinos de El Escorial y empezó la carrera de arquitectura, la cual dejó por culpa de la caza, ya que le tenía concentrado.

En 1974 junto a su hermano Nacho, trabaja en Servicios y Cacerías, una de las primeras sociedades de caza en España, que llegó a ser considerada la mejor empresa organizadora de monterías del momento.

Fueron auténticos pioneros en el turismo cinegético, trayendo extranjeros a cazar a España y llevando españoles a cazar fuera. Por ello, ha cazado en casi todo el mundo, siendo la caza de alta montaña y en particular Gredos su lugar de preferencia.

Es propietario de una de las mejores librerías especializadas en libros de caza, safari, aventura y naturaleza, como es Cazaylibros.com, con más de 40 años siendo referencia en el sector, en la que por supuesto se pueden adquirir libros de gastronomía cinegética.

Y hablando de gastronomía, en 2010 monta con sus hijos el restaurante 303 y en 2016, el restaurante Doña Tecla, punto de encuentro de cazadores, presentaciones literarias, eventos y jornadas gastronómicas de caza, siendo ya todo un referente en la capital.

En estos momentos su mayor placer, son las monterías, los libros y la encuadernación, además de seguir disfrutando del campo con las nuevas generaciones de la familia que viene pisando fuerte.