Rocio Bueno de la Rosa

Presentación

Rocío Bueno De la Rosa, nació un 20 de febrero de 1995 en Sevilla y la conocen por Rocío Bueno o “La Andaluza”.

Desde pequeña la caza y los perros han estado presentes en su vida gracias a su familia, su padre cazador de perro y escopeta (además de tirador de plato) y su abuelo Galguero.

Creció en una familia amante de la naturaleza, la caza y los perros, recuerda muchas veces de pequeña, llegar con su abuelo de la mano a las cuadras donde tenía los galgos y algunos podencos con el cubo de la comida ¡que pesaba más que ella! siempre dispuesta a ayudarle en todo.

Su primer lance fue a un conejo en las marismas, su cazadero favorito, embarrada hasta las orejas, no le cabía la felicidad en el cuerpo, luego con 18 años ya le hicieron novia con un doblete a jabalíes en un aguardo en granada.

Su padre, amante de las armas y armero, era un cazador y tirador muy reconocido en Sevilla y por toda Andalucía.

Una vez que cumplió la mayoría de edad, empezó a cazar sola, aunque muchas veces seguían cazando juntos, pero solo a la menor.

Mientras sus amigas se iban de fiesta (lo típico en esa edad) ella se acostaba pronto porque tenía que madrugar, primero para campear perros y luego para cazar.

Estudió administración y finanzas, aunque siempre quiso ser veterinaria, pero la economía familiar y la falta de recursos le impidió hacerlo posible.

Ya con 20 años empezó a salir de caza fuera de Andalucía y se fue a Zaragoza a la aventura, se apunto a una cuadrilla y abatió sus primeros jabalíes con boca y algún corzo, a partir de ahí la vena de la caza mayor le enamoró del todo.

Se hizo un hueco entre muchos orgánicos de renombre en España, sola, sin ayuda de nadie ni nada, para ella un logro único que ha conseguido.

Ahora, también tiene su propia rehala, 40 perros! Casi el 90% de sus perros son podencos paterna pequeños y de agarre solo tiene Dogos Argentinos.

Es una chica muy conocida en el mundo de la rehala porque caza con el trabuco, una tradición montera apunto de perderse y que a la gente le encanta.